Existen diferentes tipos de láser, los cuales se diferencian fundamentalmente en muchos aspectos:

• Alejandrita

• Diodo

• Neodimia Yag

• Luz Pulsada IPL

• Rubí

El funcionamiento básico de todos estos tratamientos tienen algo en común, un haz de luz fijo, la diferencia de todos ellos es la intensidad, potencia y longitud de onda.

Este tipo de depilación nos ayuda a erradicar hasta el vello más rebelde, es un sistema el cual utiliza una luz pulsada, la melanina que tiene nuestro vello provoca que la luz del láser elimine el pelo desde la raíz, la luminosidad que produce el láser consigue que el folículo piloso deje de producir vello, pero para esto hay que realizar varias sesiones para un mejor resultado.

En especial la depilación con láser diodo es de las más avanzadas actualmente y con una gran precisión penetrando la piel. Este sistema actúa con precisión mediante una luz la cual se transforma en calor cuando entra en contacto con el folículo piloso. El láser diodo destruye el folículo evitando o desacelerando su crecimiento, en ningún momento se aplica sobre la piel, más bien sobre el folículo piloso. Esta se aplica realizando previamente un test sobre el tipo de piel y vello, para poder aplicar el tratamiento y la intensidad del láser más adecuada. El tiempo de la sesión y la repetición del mismo varían por la zona a tratar.

La depilación con láser es eficaz, permite tratar con el vello grueso, es muy versátil ya que podemos adaptar la frecuencia al tipo de piel y pelo del paciente y así reducir los riesgos de quemadura sin perder eficiencia. Además es indolora, la sensación es más de calentamiento que de quemadura, llegando a pasar unas 5 o 6 veces sobre las zonas tratadas. Todo el tratamiento es seguro siempre y cuando se aplica por un profesional cualificado, es un método muy rápido incluso en zonas íntimas.

Hay que aclarar que toda depilación láser lleva un cuidado, pues no hay que exponerse demasiado tiempo al sol, hay que exfoliar tu piel cada cierto tiempo y evitar rasurarse entre sesiones para no estimular el crecimiento del vello, además de una buena hidratación en la zona tratada.